Vivimos en la mejor época para hacer marketing. Nunca habíamos tenido tantas posibilidades. Nunca podríamos haber conseguido el alcance que hoy día conseguimos. Ni nunca habíamos podido personalizar tanto nuestras campañas. Sin embargo, nunca ha habido tanta oscuridad. El concepto de White Marketing trata de poner luz sobre la tiniebla que genera la falta de credibilidad y de transparencia, las mediciones inexactas o comprometidas, las agencias investigadas, los innecesarios intermediarios, la publicidad intrusiva y los bloqueadores de anuncios, la cantidad por encima de la calidad y la falta de control, las terribles extraprimas, la publicidad como moneda de cambio para instituciones, el subvencionismo de los medios y su control, las fake news, la falta de creatividad, la desconfianza por parte de los consumidores, y en definitiva un sector en continua crisis que no termina de regenerarse.